¿Cómo sacar nuestro verdadero poder, cómo estar en paz y bienestar, físico, mental y emocional?

Recuperando quienes somos realmente, recordando que somos seres divinos, que la única y gran conciencia infinita- dios amor- habita en nosotros, y aprender a tomar contacto con esta fuente única e inagotable de amor, fuente de energía divina.
Desde ese lugar podemos sanarnos y sanar, sólo debemos aprender a canalizar esta energía, que es amor en su más alta vibración.


Existen muchas técnicas para esto, es bueno conocerlas para luego aplicarlas con un toque personal.
Primero es importante meditar y orar. Meditar, es simplemente darnos un tiempo al día, por breve que sea, para sentarnos tranquilamente a respirar, sin prisa, sin expectativas, sólo observar en silencio, nuestra respiración, con los ojos cerrados, columna recta, soltar, relajar el cuerpo y la mente. Con la práctica diaria se consigue un estado de paz y silencio, donde es posible tomar contacto con nuestra más alta conciencia, con nuestro ser y maestro interno, contactarnos y sentir la energía, energía que viene de la divinidad, que es realmente lo único que existe. Meditar diariamente nos hará más sensibles, receptivos, intuitivos, compasivos y amorosos. Meditar limpiara la mente de temores y enfermedades.



Orar es agradecer, alabar, amar, es comunicarnos con la conciencia infinita de un modo personal.
Una forma de meditar es sentarse en una silla o en un cojín con los pies cruzados, las manos descansan en el regazo, los ojos cerrados, columna recta, comienzo a soltar el cuerpo, repasando cada parte, desde la cabeza a los pies y voy relajando, soltando, luego me centro en la respiración y sólo la observo, observo su ritmo, como entra y sale el aire por las fosas nasales, como se expande y contrae el pecho con cada respiración, observo el espacio entre una inhalación y una exhalación. Aun sintiendo la respiración, con los ojos cerrados me concentro en el punto del entrecejo, como si mirara por ahí, y permanezco así, volviendo a la respiración y al entrecejo cada vez que se vaya mi atención, los pensamientos sólo los dejo pasar. También se puede mentalmente decir un mantra con cada inhalación y exhalación, puede ser el mantra OM. Se dice OM en silencio, mentalmente al inhalar y OM en silencio al exhalar.
Hay muchas técnicas y formas para meditar, lo importante es hacerlo diariamente, ojalá 20 minutos, si no tienes tiempo, date al menos unos segundos para respirar tranquilamente con los ojos cerrados. La práctica hace al maestro. Con el tiempo veremos como cada vez entramos más rápidamente en un estado de relajación y silencio mental, así también como nos conectamos en ese estado, con la fuente de energía infinita, que es sólo amor, sentiremos claramente que estamos rodeados de una gran energía, que todo lo que existe es solo una forma que toma esta energía, que se manifiesta en todas las cosas y en todo, que somos su proyección. Sin embargo, al meditar no debemos tener expectativas de sentir algo especial, pues con la practica, en silencio, cambios profundos comienzan a ocurrir, y de pronto, en algún momento, tendremos una experiencia luminosa, donde tendremos la certeza de que todo está bien, que dios es amor, que soy parte de esta vasta e infinita energía que es amor vibrando en su más alta frecuencia.
Al meditar también estamos sanando nuestro cuerpo físico, pues en ese estado de total relajación y silencio, los mecanismos naturales de sanación se ponen en acción, se activa el proceso natural de curación, las células se renuevan, se regeneran, tendiendo al equilibrio. A nivel mental, con la mente y cuerpo en calma, comienza un proceso de limpieza mental, es como formatear el computador y limpiarlo de toda la basura que se ha acumulando, así, nuestra mente estará más alerta, centrada, libre de temores, viviendo y disfrutando el presente, los problemas los veremos en su real dimensión, viendo soluciones y no quedando estancados y atrapados en la angustia y temor. En estado de meditación se liberan químicos relacionados con el bienestar y placer. Las emociones se calman, se centran. Muchos beneficios, a nivel mental, físico y emocional, vendrán con la práctica, la sencilla y poderosa práctica de sentarse diariamente en silencio y en paz.
Existen muchos manuales que enseñan a meditar, puedes aprender de ellos, pero recuerda que sólo con la práctica se operan cambios en tu ser, elige una forma, la más sencilla, adáptala a ti, y comienza con la práctica diaria, puedes comenzar con 5 minutos y día a día vas aumentando el tiempo, sólo debes comenzar. También es importante, pero no necesario, que el lugar de tu práctica sea un espacio de silencio, puedes tener un altar, prender una vela e incienso, así cada vez que ingreses a ese lugar te será más fácil entrar en estado de relajación y meditación, además que los lugares se van cargando energéticamente y ese será con el tiempo un lugar sagrado, donde podrás retirarte a orar y estar en paz.
Tomado de Elena Del Carmen Cárdenas

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